Cuando pensamos en comprar una sartén, nos fijamos en varias cosas. La primera, por supuesto, el precio. ¿Cómo es posible que haya sartenes de 3 euros y sartenes de 30? ¿Por qué debería pagar 30 si por este precio podría tener 10 y estrenar sartén nueva cuando me apetezca? Dejando de lado el hecho que
No todas las sartenes son iguales. Son sartenes, sí. Y sirven para lo mismo. Cierto. Pero entre una sartén buena y una sartén normalita hay mucha diferencia. Y no únicamente a nivel de precio, hecho que resulta evidente en la tienda cuando comparamos sartenes, sino a nivel de calidad, y a veces no sabemos si